Todo comenzó con un perro llamado Odín. Odín fue encontrado en una carretera solitaria, desnutrido, asustado y con signos de maltrato. A pesar de su sufrimiento, Odín miró a sus rescatadores con ojos llenos de confianza y esperanza. Fue Odín quien inspiró la creación de este proyecto.
Desde entonces, nuestra misión ha sido simple pero poderosa: rescatar, rehabilitar y reubicar a perros como Odín, aquellos que han sido abandonados, maltratados y olvidados. Creemos en darles una segunda oportunidad a estos seres nobles, de encontrar un hogar donde se sientan queridos.
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En La Manada de Odín, cada perro tiene una historia. Como Lola, una perrita que llegó a nosotros temblorosa y temerosa, pero que con cuidado y cariño, aprendió a confiar nuevamente en los humanos. Ahora, Lola vive feliz con su nueva familia, un testimonio de lo que el amor y la compasión pueden lograr. O Max, un perro de edad avanzada que fue abandonado porque sus dueños pensaron que ya no era útil. En La Manada de Odín, Max encontró no solo un refugio, sino también un nuevo hogar. Hoy en día, Max pasa sus días disfrutando de largas siestas y amorosos abrazos de su nueva familia.
Pero para cada Odín, Lola o Max, hay muchos más perros esperando ser rescatados. Nuestro sueño es alcanzar a todos ellos, darles el amor que se merecen y encontrarles un hogar que los acoja. Pero no podemos hacerlo solos.